Carteles de Rafal Olbinski

sábado, 22 de mayo de 2010

Alter Ego

La familiaridad de tu rostro, no tu rostro
La proximidad de tu cuerpo, no tu cuerpo
La calidez de tu abrazo, no tus brazos
Hablarte de mí, el eco de mi voz en tus palabras
Mi mano encontrando la tuya
La memoria inmóvil de lo que  no soy
Mi reflejo en tus ojos al final de la jornada
Tener norte y mástil
El olvido de mi finitud y mi vacío
La idea de compañía, estando sola
Tu presencia mínima, no a ti
A mí, pensándome contigo,
eso es lo que extraño.

N. Pinillos

domingo, 9 de mayo de 2010

Sin título

Tanto se quedaron solos,
tanto sin una palabra,
en tal desamor, que merecen un milagro:
un rayo desde una nube alta, convertirse en piedra.
Dos millones de ejemplares de la mitología griega
y no hay salvación para ella ni tampoco para él.

Si cuando menos alguien estuviera de pie junto a la puerta,
si cualquier cosa apareciera, cuando menos un momento, y desapareciera:
algo triste, optimista, de donde sea, de ningún lado,
que provocara risa o miedo.

Pero no va pasar nada. Ninguna espontánea
improbabilidad. Como en un drama burgués
será una separación correcta hasta el final,
no honrada ni siquiera por un hoyo en el cielo.

En el fondo inconmovible de la pared,
deplorables el uno para el otro,
están de pie frente al espejo, en el que
no hay nada más que un consecuente reflejo.

Nada más que el reflejo de dos cuerpos.
La materia está todo el tiempo en guardia.
Qué larga, amplia y larga,
en la tierra, en el cielo y a los lados
cuida de los destinos innatos,
como si por un corzo inesperado en este cuarto
tuviera que desplomarse el Universo.

Wislawa Szymborska
De "Amor feliz y otros poemas"

sábado, 1 de mayo de 2010

El teléfono

Sueño que me despierto
porque oigo el teléfono.

Sueño la seguridad
de que me llama un muerto.

Sueño que estiro la mano
para alcanzar el teléfono.

Pero ese teléfono,
distinto al que era,
se ha vuelto pesado,
como si se agarrara a algo,
como si se clavara en algo,
como si sus raíces se enredaran con algo.
Tendría que arrancarlo
junto son toda la Tierra.

Sueño mi forcejeo
inútil.

Sueño con el silencio,
porque ya no suena.

Sueño que me duermo
y despierto de nuevo.

Wislawa Szymborska
De "Amor feliz y otros poemas"