La proximidad de tu cuerpo, no tu cuerpo
La calidez de tu abrazo, no tus brazos
Hablarte de mí, el eco de mi voz en tus palabras
Mi mano encontrando la tuya
La memoria inmóvil de lo que no soy
Mi reflejo en tus ojos al final de la jornada
Tener norte y mástil
El olvido de mi finitud y mi vacío
La idea de compañía, estando sola
Tu presencia mínima, no a ti
A mí, pensándome contigo,
eso es lo que extraño.
N. Pinillos
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